Luchar contra el Coronavirus se ha convertido en el principal objetivo de la sociedad occidental. Después de que China lograra con sus medidas extremas paliar la propagación del COVID 19 entre sus habitantes, el virus llegó a Europa. Es en el viejo continente donde el virus se ha cobrado mayor cantidad de víctimas y lo que es peor, donde parece que la situación está más descontrolada.
En Europa ha sido Italia el país que tuvo el primer foco. En el país transalpino llevan luchando contra el virus desde hace semanas, cuando el Gobierno liderado por Giuseppe Conte, declaró el país en cuarentena. Días mas tarde esa cuarentena llegaría también a España.
Un único objetivo, luchar contra el Coronavirus
Desde esos mismos momentos, ambos países viven paralizados, centrando todos sus esfuerzos en luchar contra el Coronavirus. Con las empresas paradas y la gran mayoría de recursos del país bajo mínimos, los sanitarios, policías, militares y demás se las están viendo para poder desarrollar sus tareas con normalidad. Es aquí, cuando la situación se vuelve más extrema, cuando se agudiza el ingenio y se buscan soluciones extremas para luchar contra el COVID-19.
Situación extrema, soluciones extremas
Es en Italia donde se dio este caso. Corría el pasado viernes, en la UCI del hospital de Chiari (en Brecia, una de las ciudades más afectadas por el COVID). La lucha del personal sanitario contra el Coronavirus se veía amenazada, ya que con tantos se habían agotado las reservas de válvulas para respiradores de pacientes críticos en las UCIS.
Cuando el hospital se dispuso a pedir más válvulas a la fábrica, llegó la peor noticia. No tenían ni tiempo ni recursos para proporcionar estas válvulas a tiempo. Fue aquí cuando la situación se volvió más extrema, y surgió la creatividad como herramienta para la solución de problemas. “¿Y si las fabricamos nosotros?”. Y ahí nació la idea de fabricar válvulas con una impresora 3d en tiempo récord.
Manos a la obra
Tras varias llamadas, fue finalmente un ingeniero de Brescia llamado Christian Fracassi, experto en materiales y propietario de una compañía farmacéutica local quien acepta el reto. Tiene en posesión una impresora 3D y lo que el más importante, las ganas de luchar contra el Coronavirus desinteresadamente. Unas horas más tarde, los primeros prototipos de válvulas de oxígeno impresas en 3D están en funcionamiento con un enorme éxito.
No falta la polémica
Y es que como todo, esta solución tampoco ha logrado poner de acuerdo a todos. Hay compañías que fabrican la válvula, que se negaron a facilitar los diseños .CAD que facilitarían la construcción, otras también se han mostrado dispuestas a denunciar por plagio. También están los litigios legales y la burocracia que nos empeñamos en tener en países como Italia o España. ¿Serán asépticas?, ¿cumplirán las estrictas normas de salubridad que impone la Unión Europea?…
Y es que mientras algunos se empeñan en litigar y observar el mundo bajo el prisma del dinero, otros buscan soluciones factibles a problemas reales, y usan la creatividad como herramienta para lograr los objetivos por complicados que sean, y por más piedras que nos empeñemos en poner en su camino.
Si quieres seguir conociendo historias como esta, no dudes en seguir visitando nuestro #ViernesdeOpinión
Fuentes:
